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La estimulación magnética transcraneal es un procedimiento no invasivo, lo que significa que no requiere cirugía ni incisiones en la piel, que utiliza campos magnéticos para activar las células nerviosas en el cerebro con el propósito de mejorar diversos síntomas emocionales de la depresión, ansiedad, obsesiones, entre otros.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en ingles), y diferentes agencias reguladoras internacionales, han aprobado su uso para tratar la depresión cuando otros tratamientos han sido ineficaces. Además, también ha sido aprobado para el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y las migrañas, así como para ayudar a las personas a dejar de fumar cuando los tratamientos convencionales no han funcionado.
También se están investigando otros posibles usos de la estimulación magnética transcraneal, incluida su aplicación en el tratamiento de la epilepsia, adicciones, trastorno de estrés postraumático, entre otros.
La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) es un procedimiento en el cual se utiliza una bobina electromagnética que se coloca en contacto con el cuero cabelludo para generar un campo magnético que estimula áreas específicas del cerebro.
Durante una sesión de estimulación magnética transcraneal repetitiva (TMS), se coloca una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo, que emite pulsos magnéticos para estimular las células nerviosas en la región del cerebro relacionada con el estado de ánimo y la depresión. Se cree que esta estimulación activa las áreas del cerebro que tienen una actividad reducida durante la depresión.
Aunque se estima que los mecanismos biológicos de la estimulación magnética transcraneal son múltiples, aún no se han esclarecido por completo, sin embargo son procedimientos que han demostrado con evidencia científica sólida, sus efectos en el funcionamiento cerebral, aliviando los síntomas de la depresión y mejora el estado de ánimo.
Es importante mencionar que hay diferentes enfoques para llevar a cabo la estimulación magnética transcraneal, y estos métodos pueden variar a medida que los expertos adquieran más información sobre las formas más efectivas de realizar los tratamientos.
La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) se realiza cuando los tratamientos estándar para la depresión no han sido efectivos en algunas personas. Es una opción de tratamiento adicional a los medicamentos y la psicoterapia, para aquellas personas que no han experimentado mejoras significativas con esos métodos, o por decisión propia en la elección de un tratamiento biológico no farmacológico.
Además de su uso en la depresión, la TMS también puede emplearse para tratar el trastorno obsesivo compulsivo y las migrañas en casos donde los tratamientos convencionales no han tenido éxito. Asimismo, se utiliza para ayudar a las personas a dejar de fumar cuando otros enfoques no han sido efectivos. En estas condiciones, la TMS se presenta como una alternativa terapéutica que busca brindar alivio y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) es un tipo de estimulación cerebral no invasiva, lo que significa que no requiere cirugía ni la implantación de electrodos, a diferencia de otras técnicas como la estimulación del nervio vago o la estimulación cerebral profunda. En comparación con la terapia electroconvulsiva (TEC), la TMS no requiere de producir convulsiones ni pérdida de memoria y tampoco necesita el uso de anestesia.
Aunque en general se considera que la TMS es segura y bien tolerada, es importante tener en cuenta que existen posibles efectos secundarios asociados con el procedimiento. Es fundamental que los pacientes estén informados sobre estos riesgos antes de someterse a la estimulación magnética transcraneal repetitiva.
Los efectos secundarios de la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) suelen ser leves a moderados y tienden a mejorar poco después de cada sesión. Con el tiempo y con más sesiones, es común que estos efectos secundarios disminuyan.
Los efectos secundarios frecuentes pueden incluir:
EEl proveedor de atención médica puede ajustar el nivel de estimulación para reducir estos síntomas molestos. Además, puede recomendar el uso de analgésicos de venta libre antes del procedimiento para ayudar a reducir los efectos secundarios.
Es importante señalar que en algunas personas que tienen antecedentes de dolores de cabeza o migrañas frecuentes, la TMS puede empeorar esta condición, por lo que en esos casos, puede ser necesario interrumpir los tratamientos o considerar otras opciones terapéuticas. En cualquier caso, es esencial comunicar cualquier molestia o efecto secundario al proveedor de atención médica para que pueda adaptar el tratamiento de manera adecuada y segura.
Los efectos secundarios graves de la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) son poco comunes, pero es importante conocerlos.
Algunos de estos efectos secundarios más serios pueden incluir:
Es fundamental tener en cuenta que estos efectos secundarios graves son poco frecuentes y que la TMS generalmente se considera segura y bien tolerada. Sin embargo, es esencial que los profesionales de la salud evalúen cuidadosamente a los pacientes antes de realizar el tratamiento y tomen todas las precauciones necesarias para minimizar el riesgo de efectos secundarios.
Además, se necesita más investigación y estudios a largo plazo para comprender completamente los posibles efectos secundarios a largo plazo de la TMS y su seguridad a lo largo del tiempo. Como en cualquier procedimiento médico, es importante equilibrar los beneficios potenciales con los riesgos y tomar decisiones informadas con la guía de profesionales médicos capacitados.
Antes de someterte a una Estimulación Magnética Transcraneal (TMS), es posible que necesites lo siguiente:
Es importante que informe a su proveedor de atención médica sobre los siguientes aspectos:
Además, si ya ha recibido tratamiento previo con TMS para tratar la depresión, es importante compartir información sobre cómo te fue con dicho tratamiento. Toda esta información ayudará a su proveedor de atención médica a determinar si la TMS es adecuada y segura para ti como opción de tratamiento.
La Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) es un procedimiento no invasivo que no requiere anestesia y puede realizarse de forma ambulatoria. Aunque no es necesario que alguien te acompañe a casa después del tratamiento, es recomendable tener a alguien disponible para llevarte después de la primera sesión para que puedas hacerte una idea de cómo te sucederá posteriormente.
La estimulación magnética transcraneal, por lo general, se realiza en el consultorio de un proveedor de atención médica o en una clínica. Requiere una serie de sesiones de tratamiento para que sea eficaz. En general, las sesiones se realizan diariamente, cinco veces a la semana, durante cuatro a seis semanas.
Durante tu primera cita para la Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva (TMS), el proveedor de atención médica llevará a cabo un proceso de mapeo para identificar la mejor ubicación para colocar la bobina electromagnética en tu cabeza y determinar la dosis de energía magnética más adecuada para ti. Aquí tienes una descripción de lo que puedes esperar durante esta sesión:
Este proceso de mapeo es esencial para personalizar el tratamiento según sus necesidades individuales y asegurarse de que la TMS se aplique de manera efectiva y segura. La primera cita suele durar aproximadamente una hora, y una vez que se ha identificado la ubicación y la dosis óptima, se podrá continuar con las sesiones regulares de TMS para el tratamiento de su condición médica.
Durante cada sesión de tratamiento de Estimulación Magnética Transcraneal (TMS), puedes esperar lo siguiente:
Es esencial seguir el plan de tratamiento recomendado por su proveedor de atención médica para obtener los mejores resultados posibles. A medida que avanzan las sesiones, los efectos beneficiosos de la TMS pueden acumularse y mejorar los síntomas de la condición que se está tratando.
Después de cada sesión de Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva (TMS), generalmente puedes retomar tus actividades diarias normales sin problema. Es común experimentar dolor de cabeza durante un breve período después del tratamiento, pero este malestar suele ser temporal y leve.
Entre una sesión de tratamiento y otra, normalmente puede continuar con su rutina diaria, incluyendo trabajar y conducir, ya que la TMS no suele causar efectos secundarios incapacitantes o que interfieran significativamente con las actividades habituales.
Si experimenta cualquier efecto secundario inusual o molesto después del tratamiento, es importante comunicarlo a su proveedor de atención médica para que pueda evaluar y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario. En general, la TMS se considera una opción de tratamiento segura y bien tolerada, y los efectos secundarios suelen ser leves y transitorios. Sin embargo, siempre es recomendable seguir las indicaciones del profesional de la salud y mantener una comunicación abierta para asegurarse de obtener los máximos beneficios del tratamiento.
La estimulación magnética transcraneal funciona de manera variable dependiendo de la persona y su condición, es posible que mejoren tus síntomas de depresión o que desaparezcan por completo. Quizás sean necesarias algunas semanas de tratamiento para aliviar los síntomas.
La eficacia de la estimulación magnética transcraneal repetitiva puede mejorar a medida que los investigadores conozcan más acerca de las técnicas, la cantidad de estimulaciones necesarias y las mejores zonas del cerebro para estimular.